Editorial. Desafío a la capacidad empresarial de los nuevos palmicultores
Palabras clave:
palma de aceite, elaeis guineensis, gestión, alianzas, precios, explotación en pequeña escala, Colombia, economía de escala, sector palmicultorResumen
Un número significativo de nuevos cultivadores, especialmente pequeños productores, está ingresando al negocio de la palma de aceite en Colombia. Esta nueva etapa del cultivo ha contado con el apoyo del Gobierno, de organizaciones no gubernamentales y del sector palmero, mediante programas de alianzas productivas de distinto tipo, las que, a su vez, reciben un aporte significativo de recursos del Fondo de Inversión para la Paz (FIP) y del Incentivo para la Capitalización Rural (ICR). No todos estos nuevos cultivadores son curtidos empresarios y por ello resulta oportuno hacer algunas reflexiones sobre las realidades del negocio palmero y sus expectativas futuras y la urgente necesidad de promover y apoyar el desarrollo de la capacidad, organización y espíritu empresarial de estos nuevos productores. Aunque el negocio de la palma de aceite está sujeto a múltiples factores propios del mismo y de su entorno, deben destacarse dos de especial significación. El primero, es el de la volatilidad de los precios internacionales de sus principales productos, el aceite de palma y el aceite de palmiste, y el segundo, es el de los mayores niveles de costos de Colombia frente a los principales países productores y la necesidad de reducirlos. Por lo tanto, los empresarios deben prepararse y anticiparse, tanto para manejar los riesgos por las fuertes fluctuaciones de los precios como para no ser inferiores al reto de competitividad sostenible, mediante la incesante reducción de los costos de producción, procesamiento y comercialización. A largo plazo, los precios internacionales de los aceites vegetales, incluido el de palma, muestran una tendencia a la baja en términos reales. La tendencia de largo plazo será aún más dura para los palmicultores colombianos en los próximos años, porque el sector de aceites y grasas está superando su etapa de importador neto para convertirse en exportador neto de aceites y grasas y ello tiene un impacto en la formación de los precios locales de los productos. Ya los aceites de palma y de palmiste llegaron a esta etapa de netos exportadores. El reto que enfrenta el sector palmero colombiano es el de lograr que la baja de sus costos de producción sea más rápida que la de la tendencia internacional de los precios de los aceites y grasas, si quiere mantener y mejorar su competitividad. Ahora bien, las economías de escala son una realidad económica en varias de las etapas del proceso productivo del aceite de palma. Por esto, los productores están en la obligación de organizarse para poderlas aprovechar y lograr así reducciones de costos en su producción. Fedepalma ha planteado que debe lograrse esa meta a la mayor brevedad posible. Mirando hacia el futuro y observando la experiencia de los principales países productores, Fedepalma ha llegado a la conclusión de que el núcleo productivo óptimo en el sector debe ser de 10.000 o más hectáreas y que es necesario empezar a recorrer este camino aceleradamente en Colombia.Cómo citar
Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite (Fedepalma), . (2001). Editorial. Desafío a la capacidad empresarial de los nuevos palmicultores. Palmas, 22(3), 3–6. Recuperado a partir de https://publicaciones.fedepalma.org/index.php/palmas/article/view/880
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