Políticas públicas para el sector palmero

Autores/as

  • Andrés F. Arias L.

Palabras clave:

Fondo para el Financiamiento del Sector Agropecuario, Finagro (Colombia)

Resumen

Los biocombustibles son biodegradables; se estima que el 85% se degrada en aproximadamente 28 días, en contraste con el combustible fósil -que se deriva del hidrocarburo- y que como bien se sabe, se demora años para degradarse. Este es para mí, después del empleo, el argumento más poderoso para seguir creyendo y seguir impulsando su utilización en todo el mundo, y para seguir siendo líderes en biodiésel y en todos los biocombustibles en general en nuestro país. Hay mediciones que señalan la bondad ambiental, contaminante por contaminante; por intermedio de ellas se demuestra con diferentes mezclas cómo se reducen todos los compuestos que contaminan el aire, el monóxido de carbono, el dióxido de carbono, todos los hidrocarburos como el butano, el metano, el benceno, el benzopireno? La otra razón para seguir impulsando el biocombustible, y que cada día nos convence más, es la misma sostenibilidad energética, tema en el que es experto el señor ministro de Minas y sobre el cual seguramente ya les habló. En sostenibilidad energética todos sabemos que desde principios de los años noventa veníamos con una reducción sistemática de nuestras reservas de petróleo, tendencia que ya se logró estabilizar gracias a los esfuerzos del Ministro de Minas y Energía para profundizar la exploración. Pero sí ha habido una caída muy fuerte en nuestras reservas y lo que nos puede suplir ese faltante hacia el futuro son los biocombustibles: el biodiésel, el etanol. Estimamos que en ahorro de importaciones, es decir en ahorro de divisas, los cálculos con B5 (con mezcla al 5% de biodiésel) le pueden economizar al país US$500 millones anuales en la cuenta corriente de la balanza de pagos. He ahí un beneficio macroeconómico que también nos ayuda a reforzar esta visión que tenemos de seguir apoyando los biocombustibles y, por supuesto, el biodiésel. Otro tema que deseo ver con ustedes se relaciona con los diferentes apoyos que hemos extendido al sector palmero en los últimos años, y especialmente desde que empezó este gobierno; quiero empezar con el crédito, que tiene implícitos unos diferenciales de tasas de interés con respecto al mercado y que por ello tienen que contabilizarse como apoyo. Desde el año 2002 hasta abril pasado, a través de Finagro al sector palmicultor se le habían irrigado créditos por más de $285.000 millones; en el último período enero-abril ya se habían canalizado más de $30.000 millones, y en 2007 ya se incluye el crédito que se había irrigado por la línea de Agro Ingreso Seguro, esa línea de crédito blando a una tasa de interés equivalente a la DTF menos 2 puntos, con plazos amplios para pagar y con períodos de gracia. Si se desagrega por líneas de crédito, y me interesa mostrar en particular la de Agro Ingreso Seguro, se encuentra que este sector ha obtenido crédito en volúmenes importantes en los primeros cuatro o cinco meses de este año, por más de $15.000 millones; y fíjense que esos $15.000 millones le comen un espacio fiscal de casi $6.500 millones a todo el programa.

Cómo citar

Arias L., A. F. (2007). Políticas públicas para el sector palmero. Palmas, 28(2), 143–157. Recuperado a partir de https://publicaciones.fedepalma.org/index.php/palmas/article/view/1221

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Publicado

2007-01-01

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Sección

Artículos

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