Décadas 1960 y 1970. La palma de aceite : fincas y empresas

Autores/as

  • Ernesto Vargas T.

Palabras clave:

palma de aceite, elaeis guineensis, historia, índices económicos, mercados, tecnología, asociaciones gremiales, gestión, economía agrícola

Resumen

La reciente historia de la palma de aceite en Colombia se inicia cuando mi amigo y consocio Jorge Ortiz Méndez, siendo Gerente del Instituto de Fomento Algodonero (IFA), le correspondió traer al país en los últimos años de la década de los cincuenta la misión dirigida por el francés Maurice Ferrand, con el propósito de estudiar la viabilidad de sembrar palma de aceite en nuestras tierras. Integraron también esta misión ilustres colombianos, entre ellos Luis Rojas Cruz, quienes al final presentaron un detallado informe donde plasmaron y trazaron los derroteros con el fin de que empresarios visionarios dedicaran tiempo y fortuna para sacar adelante plantaciones de palma de aceite y a su ente gremial y aportaran más que un grano de arena a la economía agrícola colombiana y, porque no decirlo, la transformaron, al introducir para esta actividad el concepto de empresa, y no de simple finca. Por otro lado, el IFA tenía el compromiso de vender la totalidad de su participación en las sociedades constituidas en un plazo que fluctuaba entre el sexto y el décimo año. PRIMEROS CONGRESOS: El primer Congreso nacional de cultivadores de palma africana se llevó a cabo el 5 de diciembre de 1962 y éste eligió la siguiente Junta Directiva: Principales: Jorge Ortiz Méndez, Jaime Vergara, Hugo Ferreira Neira, John Sanz y Ernesto Jaramillo Upegui. Suplentes: Gabriel Duque, Rafael Rocha Calderón, Mauricio Herrera Vélez, Oscar Duran y Arturo Galvis. El primer Congreso de palmicultores fijó una cuota de afiliación de $5 por hectárea, con un mínimo de $500 y aprobó un presupuesto de gastos de $26.982 para el primer semestre de 1963. Se estimó que para ese año se afiliarían de unas 5.000 a 5.500 hectáreas de quizás 7.000 hectáreas que estaban sembradas a finales de 1962. En esas circunstancias, la posible utilización de recursos de bancos comerciales fue poco importante. A la banca comercial no le interesaba la cartera de fomento al punto de que en el periodo 1951 a 1960 se mantuvo solamente entre 6 y 8% de sus exigibilidades. Posteriormente vino la ley 26 de 1959, que dio paso, aun cuando tímidamente, a la entonces llamada cartera de fomento. Entre los años 1960 y 1970, la cartera de fomento en los bancos comerciales y las corporaciones financieras fluctuó entre 12 y 14% de sus exigibilidades. La mencionada ley 26, determinó que para cartera de fomento los bancos y corporaciones debían destinar 15% de sus carteras totales o suscribir bonos agrarios por el faltan te hasta completar la obligación legal. Quedaron exceptuados de esta norma el Banco Ganadero y la Caja Agraria, que de hecho se excedieron generosamente de su obligación del 15%. PRIMEROS CONTRATIEMPOS: sólo dos compañías importantes concurrieron a la fundación de Fedepalma, Coldesa e Indupalma. La primera ya desaparecida, no por problemas financieros, sino sanitarios y laborales. Con el paso del tiempo algunas otras sociedades y palmicultores que hicieron parte de la naciente historia de esta agroindustria desaparecieron por variadas razones de índole financiera, sanitaria, entre otros aspectos. Empero, otras, entre ellas Monterrey, La Cabaña, Casacará e Indupalma todavía subsisten y son pujantes. De éstas últimas, todas con excepción de Indupalma, nacieron como integrantes de las sociedades iniciadas por el IFA. Algunos de los contratiempos que se convirtieron en crisis fueron la sanitaria, con la aparición en los cultivos de la Marchitez Sorpresiva y Pudrición del Cogollo, que inicialmente se observaron en las plantaciones de Palmas Risaralda, en Norte de Santander y Coldesa, en el Urabá antioqueño. También se presentó un exceso de pluviometría en Buenaventura y Bajo Calima, que diezmaron plantaciones ubicadas en esas zonas. NUEVOS RUMBOS CAMBIAMOS: entre tanto se había creado a Cofiagro como subsidiaria del Banco Ganadero. Las autoridades monetarias consideraron que las reestructuraciones de las deudas de cada empresa palmera debían estudiarse individualmente y que aquellos palmicultores que tuvieran acreencias con los entonces llamados bancos oficiales (Cafetero, Ganadero, Popular, Caja Agraria), como también con los bancos comerciales que registraban la llamada cartera de fomento, podían presentar planes de reestructuración e inclusive obtener nuevos créditos para la terminación o mejoramiento sustancial de plantas extractoras. Estos estudios debían ser presentados a Cofiagro, y obtener su visto bueno para así conseguir las refinanciaciones del Fondo Financiero Agropecuario. CONQUISTA DE MERCADOS: a finales de 1971, un grupo de palmicultores entre ellos Jorge Reyes, Hernando Jaramillo, Alberto y Juancho Dangond y el Capitán Gutiérrez, a quienes se les unió don Carlos Haime, viajan a Malasia para asistir al primer Congreso internacional de palma de aceite, para luego regresar con un desbordante entusiasmo. Se volvió a hablar de palma en todas las reuniones empresariales colombianas. En 1973 se estimó que la producción nacional sería de 38.000 toneladas de palma, y 52.000 de aceite de semillas de algodón y de otras oleaginosas. El déficit para atender el consumo interno estaba estimado en 45.000 toneladas, por lo cual se hizo necesario importar aceite de pescado en gran proporción y algo de aceite de soya. AVANCES TÉCNICOS: hacia 1974 se presenta un severo ataque del Chinche de Encaje, vector de la Pestalotiopsis y defoliaciones causadas por otros insectos en las plantaciones ubicadas en el Magdalena Medio y sur del Cesar. Para afrontar esta terrible amenaza se conformó un grupo muy destacado de técnicos del que hicieron parte Philippe Genty y Gildardo López por Indupalma y Argemiro Reyes, Eduardo Zuleta y José Antonio Estévez por Monterrey, al que se involucraron los técnicos del IHRO, encabezados por el doctor Ollagnier, Francis Corrado y el entomólogo D'zido. En 1975 conozco a un joven menudo, muy fogoso e inteligente, César de Hart quien entraba a dirigir los destinos de Hipilandia. En junio de 1976 un numeroso grupo de palmicultores fuimos a Malasia para asistir al tercer Congreso internacional de palma en Kuala Lumpur. Entre las novedades que observamos, la más sobresaliente fue la propagación clonal de la palma de aceite. Varias compañías estaban experimentando en esta materia?

Cómo citar

Vargas T., E. (2002). Décadas 1960 y 1970. La palma de aceite : fincas y empresas. Palmas, 23(3), 86–92. Recuperado a partir de https://publicaciones.fedepalma.org/index.php/palmas/article/view/930

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2002-01-01

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Artículos

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