Resumen

La biomasa residual y los líquidos provenientes de las plantas de extracción convencionales del aceite de palma casi no se utilizan (por ejemplo, la cáscara y la fibra del meso y el exocarpo). Esta biomasa representa alrededor de 80 % del volumen de los materiales salidos de una planta de extracción de aceite de palma. Dichos residuos tienen un gran potencial para establecer el modelo de una biorrefinería sostenible y rentable. Se pueden identificar dos opciones principales: la extracción de compuestos de alto valor agregado que ya están presentes en ciertas partes de la planta, y la modificación bioquímica de los polisacáridos con el fin de generar productos de alto valor agregado.
La extracción de productos valiosos como los carotenoides, entre otras moléculas hidrofóbicas, puede efectuarse a través de medios convencionales, utilizando los indeseables solventes orgánicos o mediante tecnologías más limpias y novedosas como el dióxido de carbono supercrítico o la destilación molecular.
Por otro lado, la producción de bioquímicos a partir de la biomasa requiere hidrolizarla, combinando técnicas físicas y bioquímicas como la explosión de vapor, el tratamiento hidrotérmico y la hidrólisis enzimática, entre otras. El resultado esperado es rico en lignina y puede usarse para fabricar ciertos productos en la biorrefinería, así como el almíbar proveniente de diferentes azúcares, que puede convertirse en commodity biológico mediante la química de los azúcares o la biotecnología. En este artículo se analizan e integran los diferentes conceptos, opciones y enfoques.